El Barça no quiere pagar por Carrasco

El Barcelona sigue queriendo a Carrasco la próxima temporada, pero no puede pagar ni un euro por él. La situación económica del club, con una previsión de pérdidas de 200 millones de euros, convierte en imposible la opción de compra de 15 millones de euros que dispone sobre el extremo belga, que llegará el domingo al Camp Nou en su mejor momento del curso. La solución del director de fútbol Mateu Alemany pasa por ofrecer jugadores, pero los únicos que le interesan al Atlético son Ansu Fati o Abde, el extremo de Osasuna que tiene encandilado a Simeone.

Jordi Alba y Marcos Alonso han sido los dos nombres que ha deslizado el Barcelona en un momento primigenio de las negociaciones. A Simeone no le desagrada ninguno de los dos, pero de ningún modo a cambio de ceder a Carrasco, que ha vuelto a su nivel habitual y es indispensable para el argentino, que no cuenta con otro jugador de un perfil similar en la plantilla. De hecho, el club intenta renovarle contrato al belga, que acaba en 2024 y con el que se lleva ya negociando desde hace meses. Pasó un mal momento inmediatamente después del Mundial y de hecho el Atlético intentó un trueque con Amrabat en el último día de mercado, pero ahora todo ha cambiado.

En efecto. Nada tiene que ver el paisaje actual con el que se dibujaba cuando  en enero el Barcelona adquirió una opción de compra sobre Carrasco como complemento al traspaso de Memphis Depay al Atlético. La explosión del caso Enríquez Negreira amenaza con erosionar hasta el último cimiento del club azulgrana, que en caso de ser sancionado por la UEFA sin participar en competiciones europeas entrará directamente en situación de ruina. En este escenario, plantear el pago de 15 millones de euros por un jugador de casi 30 años es una verdadera utopía….y eso lo sabe el Atlético.

Gil Marín es especialista en pescar en las aguas revueltas del Barcelona y lleva ya tres operaciones triunfales casi consecutivas: primero Luis Suárez, luego Griezmann y por último Memphis. Cambiar a Carrasco por Abde o por Ansu Fati -aunque en este último caso parece impensable que Xavi aceptara el trueque- y, además, conseguir a coste cero a Jordi Alba o a Marcos Alonso sería una jugada maestra. El problema es que enfrente tiene a Mateu Alemany que es un rival durísimo en cualquier negociación, pero las cartas están ya sobre la mesa y la partida promete ser larga.